En “Not Dead & Not For Sale” Scott Weiland, el frontman de Stone Temple Pilots, habla sin filtro. Se trata de su libro de memorias recién lanzado al mercado norteamericano, en el que el rockero relata sus amargos recuerdos de la época en que estuvo en Velvet Revolver, banda a la que se unió estrictamente por dinero,“El dinero fue lo que me atrajo... había un cálculo ciertamente comercial...”, confiesa Weiland.
Según confiesa Scott Weiland en su biografía, “Not Dead & Not For Sale”, a los 12 años fue violado por "un chico grande y musculoso, un estudiante de último curso del instituto... (Que) iba en bus al colegio cada día conmigo... Me invitó a su casa. El tío me violó. Fue rápido, desagradable. Tenía demasiado miedo como para contárselo a nadie. "Cuéntaselo a alguien", me avisó, "y no volverás a tener ningún amigo en este colegio. Arruinaré tu puta reputación". Estos recuerdos los suprimí hasta hace unos años cuando, estando en rehabilitación, me volvió. Eso te hace la terapia".
En el libro el vocalista de Stone Temple Pilots reconoce que el destino le acercó a Courtney Love en un hotel de Los Angeles. “Ella estaba con Amanda de Cadenet, la fotógrafa / famosa. Por obra y gracia del destino, su habitación estaba al lado de la mía. Esa noche, Courtney y yo nos colocamos mientras ella y Amanda se vestían para ir a comer a casa de Jack Nicholson. Por un tiempo, la Sra. Love se insertó en mi cada vez más errática historia. Nunca fuimos amantes pero al principio fuimos muy cercanos.”
Puesto a recordar, Weiland recuerda la primera vez que probó la heroína, justo antes de un concierto de Stone Temple Pilots en Nueva York, en la gira del primer álbum del grupo, “Core”. “El opiáceo me llevó a donde siempre soñé ir. No puedo nombrar el sitio pero puedo decir que yo estaba tranquilo y no tenía miedo, era un hombre que flotaba libremente en un espacio sin demonios ni dudas.”
SU SALIDA DE VELVET REVOLVER: precisamente su recaída en las drogas fue el motivo que provocó el desencuentro que llevó a su salida de Velvet Revolver. Weiland recuerda que al principio de la gira estaba bien, pero que una sóla línea de coca lo hizo caer y “pronto los demonios estuvieron de vuelta” y otra vez comenzó a frecuentar “lugares peligrosos para comprar droga”, sin que el resto de los integrantes del grupo supieran. “Cuando les conté que me perdería un par de conciertos porque necesitaba tratamiento, su reacción me dejó en shock. Me dijeron que tenía que pagarles por las cancelaciones”, relata, agregando que “les recordé que cuando ellos tuvieron recaídas y necesitaron rehabilitación, los había apoyado completamente”,les dio igual. “No importó que Velvet Revolver hubiera vendido cinco o seis millones de discos. Estaba fuera”, concluye sobre el tema.
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